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Más de mil personas venidas de diferentes puntos de la Isla se reunieron ayer en el Acolliment del Santuari de Lluc para participar en el Día del Enfermo, que año tras año organiza la Delegación Diocesana de Pastoral de Salud.

El objetivo principal de este encuentro fue el de infundir ánimos a todos aquellos que sufren por falta de salud haciéndoles sentir que no se encuentran solos y también contribuir a concienciar a la sociedad de los problemas que padecen estas personas. Así, el obispo de Mallorca, Jesús Murgui, tuvo unas palabras de apoyo para los presentes destacando también el trabajo de los voluntarios: «Es importante el ánimo que dan los sanitarios católicos y la gente llena de vida que está cerca de una persona que necesita consuelo». Este año el encuentro ha contado con la presencia del director de la Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal, Abilio Fernández.

Además de esta jornada anual, la delegación pastoral de la salud se encarga de organizar grupos de voluntarios en las diferentes parroquias de Palma y la Part Forana para que atiendan en casa a los enfermos necesitados.

Después de la misa, tuvo lugar un almuerzo de compañerismo y el encuentro finalizó con la actuación del grupo folclórico Aires Sollerics.