El nacionalista Miquel Ensenyat, con la vara de la Alcaldía. Foto: JOANA NICOLAU

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MARGALIDA PALMER
Con dos años de retraso y una vez superados los desencuentros personales que Pas-PSM y PSOE han mantenido durante un tiempo, ayer se hizo efectiva la moción de censura que ha arrebatado la alcaldía a Jaume Pou (PP). El nacionalista Miquel Ensenyat está al frente del Ajuntament d'Esporles lo que resta de legislatura.

El portavoz del PSOE, Sebastià Coll, fue quien más duro se mostró con el equipo de gobierno saliente, acusándole de tener una «actitud prepotente, cínica y de menosprecio». «Más o menos es siguiendo la misma línea de actuación del PP nacional», dijo.

A la 12 horas y en medio de una gran expectación, ambas formaciones políticas expusieron en pleno los motivos que les han llevado a pactar. Así, destacaron la «situación de ingobernabilidad» que sufre últimamente el Consistorio, alegando que «el equipo de gobierno PP-UM está claramente incapacitado para poder gestionar las demandas de la ciudadanía dada su situación minoritaria dentro del Consistorio» y que además no cuenta con el apoyo de una mayoría sólida lo que limita las capacidades de gobernar.

Pas-PSM y PSOE también remarcaron en la moción «la falta de consenso y diálogo» que siempre ha existido entre el equipo de gobierno y la oposición.

Por su parte, el ex alcalde Jaume Pou calificó los argumentos de la moción de censura de «muy flojos y demagógicos». Quiso responder a las acusaciones de falta de consenso, apuntando que «según se puede comprobar en las actas de los plenos, el 90 por ciento de las propuestas presentadas han sido aprobadas por unanimidad». Pou les pidió que sean serios, que se alejen de la demagogia y añadió que siempre estará a su disposición por el bien del municipio.