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Santa Margalida abrió ayer oficialmente la temporada de ferias en la comarca norte de Mallorca en una jornada soleada que atrajo a miles de visitantes hasta la Vila. A diferencia de otras ferias tradicionales, en la de Santa Margalida no hay muestra que sobresalga sobre el resto, ni la artesanía, ni los animales ni las plantas destacan en el amplio abanico de productos que utilizan la feria como escaparate.

Así, el éxito de la convocatoria se debe básicamente a la fecha (al inicio de la temporada de ferias y después de un duro invierno) y a la variedad de la muestra. Este año se han sumado a la Fira una veintena de puestos. Como ocurre cada año, en Santa Margalida los visitantes curiosean especialmente entre las exposiciones de coches bien sean estos antiguos o actuales, vehículos que ocupan buena parte de la zona de exposición.

Destacable es también la muestra de los trabajos de las principales asociaciones del pueblo así como la de la escuela de adultos, en la escuela vieja. Por lo demás, la feria fue ayer como viene siendo cada año un inmenso bazar en el que perderse en una soleada jornada de domingo. Entre los políticos que se desplazaron a la Vila estaban el president del Parlament, Pere Rotger, el conseller de Treball, Cristóbal Huguet y el conseller d'Obres Públiques, Toni Pascual.