Pedro Aguiló Mora16/03/05 0:00
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PEDRO AGUILÓ MORA
«Quiero que mi padre sea declarado hijo ilustre. Pero antes quiero que desaparezcan del municipio los símbolos que vitorean a quienes le torturaron y asesinaron». Tajantes y meridianamente clarificadoras fueron las palabras con las que ayer, Dora Amer, intentó salir al paso de la polémica suscitada en torno a la declaración de su padre, Antoni Amer «Garanya», hijo ilustre de Manacor. Escoltada por el presidente de la Federació de les Illes Balears de ERC, Joan Lladó, la hija del alcalde republicano fusilado en los albores de la Guerra Civil desmintió su presunta oposición a la iniciativa del grupo municipal del PSM a la hora de reconocer a su padre como hijo ilustre de la capital del Llevant. Sin embargo, tanto ella como el máximo responsable de ERC en Baleares manifestaron que antes de hacer hijo ilustre a Antoni Amer hay que recuperar la memoria histórica y eliminar los signos fascistas que siguen erigidos en el municipio.

Asimismo, Lladó recordó que el Ajuntament de Manacor acordó en sesión plenaria la retirada de los monumentos fascistas en cuestión y que la ejecución del mencionado acuerdo debe convertirse en el paso «previo e imprescindible» para que la declaración de hijo ilustre «no sólo sea una manera rápida de pasar página», añadió. Por su parte, después de que Dora Amer asegurara que se enteró de la iniciativa del PSM «por los periódicos», Joan Lladó denunció la laxitud del equipo de gobierno que preside Antoni Pastor (PP) a la hora de desterrar del mobiliario urbano los monumentos que conmemoran el aplastamiento del desembarco republicano en Porto Cristo, y de cambiar el nombre de algunas calles con «reminiscencias fascistas».

Arropada en todo momento por el líder de ERC, la hija de «Garanya» concluyó su alocución lamentando que el homenaje a la memoria de su padre no se hubiera producido «durante los años en que la izquierda gobernó Manacor y Balears». «Hubiera sido más satisfactorio que la declaración de hijo ilustre, la retirada de la simbología fascista y la colocación del mural de Andreu Pasqual Frau en homenaje a todos los republicanos se hubiera hecho en el momento en que el PP no formaba parte del gobierno municipal», explicó Amer. Sea como fuere, Joan Lladó y Dora Amer consideraron que después de 26 años de ayuntamientos democráticos «ya es hora que se rinda el homenaje a las personas que la defendieron».