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PEDRO PRIETO
Miembros de la Asociación de Vecinos es Puig de Galatzó, en el municipio de Calvià, que preside Juan Carrasco, han mostrado su sorpresa y malestar por varios motivos. En primer lugar, por la aparición de una nueva asociación dentro de la misma comunidad, asociación que según parece -explica Carrasco- está auspiciada por el área de Participación Ciudadana, dirigida por Anselmo Martín, hace años concejal de Calvià por EU, y en la actualidad jefe de un departamento del gobierno de Calvià, que preside Carlos Delgado.

Para los miembros de esta entidad, crear una asociación donde existe otra desde hace doce años, y «que funciona y que es apolítica, es tratar de dividir la comunidad». «La primera bofetada que nos dio Anselmo fue en la cabalgata de Reyes, que siempre organizábamos nosotros. Se la dio a la otra asociación, todavía no creada oficialmente, y cuando fuimos a reclamarle hizo como si no supiera nada. Lo malo es que esto se hace con el consentimiento del alcalde»

Los miembros de esta asociación no entienden tampoco que la farmacia para la zona aprobada en 2001 todavía no esté abierta, ni tampoco la unidad de salud, aprobada en esas fechas, ni que las 31 viviendas de la 8ª fase, terminadas ya, no hayan sido entregadas todavía, ni que el tema del ARI (Àrea de Rehabilitación Integral) esté resuelto. Sobre este asunto, cuentan que de las cuatro partes que debían poner dinero para ejecutar dicho ARI, Estado, Govern, Ajuntament y vecinos, «solo nosotros y el Ajuntament hemos pagado. Queda todavía por ingresar el dinero del Estado y el de la Comunitat, además de unos 150 millones de las antiguas pesetas, debido a un error de cálculo cometido por el arquitecto municipal, siendo, por tanto, el responsable el Ajuntament de Calvià, responsabilidad que por otra parte no quiere asumir. Posiblemente el anterior Consistorio hubiera adelantado ese dinero. Mientras tanto, quienes pagan las consecuencias son los vecinos».