Bartomeu Salvà, Miquel Àngel Vicens y Pere Bennàssar, junto a es Riuetó de Portocolom. Foto: G.VICENS

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G.VICENS / M.P.
Pocos días después de que el Govern hubiese sacado a concurso las obras del dragado de sa Bassa Nova y es Riuetó de Portocolom, los vecinos de la zona amparados en los estudios del arqueólogo Bartomeu Salvà y de los biólogos Miquel Àngel Vicens y Pere Bennàssar ya han dado la voz de alarma. Dichos estudios mantienen que el fondo marino de es Riuetó y de sa Bassa Nova contienen restos arqueológicos muy importantes tales como platos valencianos y catalanes de los siglos XVII y XVIII, trozos de ánforas del I y III antes de Cristo y distintos restos de cerámicas musulmanas. Tal y como señaló el arqueólogo Salvà, «los redactores del proyecto de dragado sostienen que hay restos en el fondo marino de sa Bassa Nova pero también dicen que debe hacerse un control arqueológico y nosotros creemos que resulta insuficiente». Las obras de dragado de Portocolom tienen un plazo de ejecución de 14 meses y un presupuesto de 2'5 millones de euros.

Ya en el mes de septiembre del año 2001, Bartomeu Salvà y otros dos arqueólogos presentaron un escrito al Ajuntament de Felanitx, al Consell de Mallorca y a la Conselleria de Medi Ambient del Govern balear, adjuntando varias fotografías y explicando que en el puerto hay restos arqueológicos que abarcan desde el siglo II antes de Cristo hasta el siglo XVIII y que están a la vista de una observación superficial, sin excavación. Tal y como explicó Salvà, «parece muy claro que los restos de cerámica observados demuestran que nos encontramos ante uno de los yacimientos submarinos más importantes de Mallorca, incluso de las Balears y de todo el Mediterráneo Occidental». Incluso se señala la posibilidad que todos estos restos guarden relación con el poblado prehistórico dels Clossos de Can Gaià que se excava en Felanitx durante los meses de verano. Salvà explicó que «hemos presentado el escrito a los distintos organismos, por registro, o sea que si no nos hacen caso no pueden alegar ignorancia».

Estos arqueólogos y biólogos no están en contra del dragado, «pero pedimos que primero se hagan unas prospecciones y después una excavación arqueológica. Todo antes de hacer el dragado porque sino puede ser demasiado tarde». Salvà, Bennàssar y Vicens apuntaron también que «la destrucción del patrimonio será una de las peores del Mediterráneo Occidental puesto que la gran cantidad de restos que se pueden extraer pueden cambiar el curso de la historia». «No entiendo que haga tres años que las instituciones lo sepan y aún no hayan hecho nada», manifestó Bartomeu Salvà. Así mismo, Bennàssar añadió que «si se realizase una excavación bien hecha tendría mucha importancia para Portocolom, sería beneficiosa para los residentes y también para los turistas ya que con los restos observados se podría llenar un museo». Según los biólogos Vicens y Bennàssar, «con el dragado proyectado no se solucionará el problema de los malos olores y de la circulación de barcos. Todo se tiene que solucionar con coherencia». Para ello, proponen la construcción de un canal en el litoral por donde pasarían las barcas como ya se ha hecho en el Pla de Sa Sínia.