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El sindicato STEI de Sanidad presentó ayer una denuncia en el juzgado de guardia de Palma, en la que se pide al juez el cierre inmediato y con «carácter de urgencia» de la residencia de ancianos de Sóller. En la misma denuncia, se reclama al juez que ordene al Ajuntament de Sóller que se encargue de trasladar a los interno a otro centro que esté en condiciones, además de pedirle que inicie una investigación sobre una serie de presuntas agresiones que, según el sindicato, están sufriendo los ancianos. En la denuncia se enumeran las deficiencias que se han observado en el centro, que va desde la falta de personal cualificado a un deficiente estado del edificio, que no cuenta con las condiciones mínimas para atender a los internos, que precisan la ayuda de una persona. El sindicado considera que el máximo responsable de esta situación es el concejal de Asuntos Sociales, Miquel Nadal, al que acusan de haber contratado a varios familiares para que trabajen en la residencia. Al político también se le acusa de presionar a una serie de empleados fijos de la residencia, que han optado por abandonar su puesto de trabajo al no aguantar la situación laboral que se estaba produciendo. Asimismo, el STEI solicita al juez que compruebe si la residencia cuenta con inventario de las joyas que los ancianos depositan en la caja fuerte cuando ingresan en el centro, ya que no se sabe si, una vez que fallece el interno, estos bienes se entregan a sus familiares.