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Los murers retornaron ayer al día a día con más ilusión que nunca después de que la suerte de Navidad viajara el pasado miércoles hasta Muro, repartiendo entre una treintena de familias 10 millones de euros. A media mañana el bar Poliesportiu de Muro, que repartió unos 50 décimos del «Gordo», estaba casi vacío y la mayoría de agraciados regresaron ayer a sus trabajos con normalidad después de un día de intensa fiesta.

Es el caso del vecino José María Mendoza, miembro de la familia que ha ganado más de 2 millones de euros repartidos entre su padre Àngel Mendoza y sus seis hermanos. «Hoy (por ayer) he acudido al trabajo como cada día. Los hermanos estamos muy unidos, tenemos una empresa de construcción a medias y supongo que el dinero lo invertiremos en el negocio. No sabemos muy bien qué haremos».

La nieta de Àngel Mendoza, Xisca Mendoza, dijo que «mi abuelo (que hasta ayer estuvo ingresado en la UCI) está muy contento. Explicó incluso que hace muchos años un sabio de la calle le dijo que un día sería millonario».

Uno de los temas más comentados en Muro era el «Gordo». Así, Margalida Ferragut, agraciada con un décimo de 200.000 euros (33 millones de las antiguas pesetas) señaló: «Hoy (por ayer) lo llevo muy mal porque hicimos mucha juerga. Lo cierto es que hoy soy más consciente de todo lo que me está pasando».

Cati Moragues, madre de la agraciada Joana Maria Salas, también acudió con normalidad a su trabajo de la farmacia: «Mi hija se ha ido de compras a Palma y me ha comentado que quiere comprarse un coche y una casa».

Durante la tradicional recepción navideña en el Ajuntament, el alcalde Miquel Ramis tuvo unas palabras para todos los agraciados: «La suerte ha venido anticipada, estoy contentísimo porque es una gran inyección económica para el término municipal».

Los bancos de Muro registraron más movimiento que otros días, ya que algunos agraciados acudieron a las entidades bancarias para negociar las ventajas que les ofrecían.