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Llubí volvió a convertirse ayer en la cita ineludible de los profesionales de la apicultura durante la celebración de la quinta edición de la Fira de la Mel. Una treintena de apicultores procedentes de Mallorca, Menorca e Eivissa se dieron cita ayer en la plaza de la carretera de la localidad, con el objetivo principal de promocionar y dar a conocer sus nuevos productos.

Y lo consiguieron porque la gran cantidad de llubiners y visitantes que se acercaron ayer a la plaza no dejaron de adquirir productos tan originales como el licor de limón con miel, la sobrasada con miel o la jalea real con miel y, por supuesto, el tradicional tarro de miel. Y es que como destaca el alcalde del municipio, Tomás Campaner, «la miel es un producto que tiene una gran aceptación entre la población, ¿quién no ha tomado una cucharadita de miel cuando ha tenido un catarro o una irritación de garganta?».

De hecho, el propio Campaner está convencido de que esta especialización, la de dedicar un día a este producto tan original, es lo que le ha llevado a consolidar esta Fira de la Mel. Las empresas y comercios locales también tuvieron su lugar durante la jornada festiva. Alrededor de los expositores dedicados a la miel, se instalaron numerosas empresas para promocionar sus productos.