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El uso exclusivo que han hecho hecho el periodista Pedro J. Ramírez; su esposa, la diseñadora Àgatha Ruiz de la Prada, y allegados, de la piscina de uso «general, público y gratuito» situada enfrente de su casa en Costa de los Pinos no será defendido por el PSIB-PSOE, según un comunicado de esta formación remitido a los medios de comunicación.

Los socialistas afirman que «nunca podemos defender la piscina de Pedro J. Ramírez en Costa de los Pinos ni cualquier otra irregularidad urbanística» y, además, expresan sus «dudas sobre la concesión que tiene esta obra», en alusión a la orden ministerial de 2001 firmada por el entonces titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, y no publicada en el BOE. «El PSIB-PSOE está con la Ley de Costas», sentencia la nota.

El comunicado oficial es una respuesta a la «manipulación» que el periódico «El Mundo», que dirige Pedro J. Ramírez, ha hecho de unas declaraciones del portavoz del PSIB-PSOE en Son Servera, Pep Barrientos. Los socialistas expresan su «indignación» por la publicación de estas «declaraciones claramente manipuladas», en las cuales se daba a entender que los socialistas de Son Servera defendían la situación irregular en la que se encuentra la piscina, denunciada por el dirigente del Lobby per la Independència, Jaume Sastre, ante Demarcación de Costas.

El comunicado afirma, de forma contundente, que «en ningún momento de la conversación con el periodista, Barrientos mencionó a las personas ni las organizaciones que son insultadas en la información publicada», en referencia a Jaume Sastre y al presidente-editor de este periódico, Pere A. Serra. El diario de Pedro J. Ramírez ponía en boca de Barrientos que «la campaña de Serra y Sastre contra Pedro J. huele a extorsión», y acusaba a los independentistas de «mentirosos, ridículos y trasnochados». A Barrientos se le hacía decir también que «en todo caso, tendrían que echar la culpa a Franco, que es quien dio la licencia de la piscina», olvidando que la concesión de 1974 finalizó diez años después y no fue renovada; que la instalación había revertido al Estado; que Demarcación de Costas propuso desmantelar la piscina y que, si no se hizo, fue gracias a la orden ministerial de Jaume Matas, que le confirió, eso sí, «uso general, público y gratuito», aunque los escoltas de Ramírez impiden el paso.

ERC pedirá en el Congreso aclaraciones sobre la aplicación de la Ley de Costas en Baleares, con un apartado especial a la concesión de la piscina de Ramírez.