Las obras de conexión de los nuevos pozos de Son Vila al depósito
municipal de aguas de Pollença arrastran un retraso de varias
semanas, aunque está prevista que la instalación concluya en los
próximos días. A pesar de este retraso y de que las nuevas
perforaciones en la zona de sa Coma tampoco han dado los resultados
previstos, este año por primera vez el Port de Pollença supera el
mes de agosto sin que se salinice el agua potable.
La reparación de fugas en la red municipal de aguas y la
adquisición o alquiler de nuevos pozos han sido una constante en
los últimos cuatro años.
La calidad del agua potable en la red no se ha resentido este
verano a medida que se ha incrementado la demanda de líquido y es
que parece que la puesta en marcha del Plan Hidrológico de Pollença
durante la pasada legislatura comienza a dar sus frutos.
«Este año los pozos municipales más los que se han alquilado
parece que dan más que suficiente para satisfacer el suministro y
no se prevé una merma en la calidad del agua ni mucho menos
restricciones», dijo el regidor de Medio Ambiente, Joan Comas.
«Parece que nos hemos salvado, a lo que han contribuido las
últimas lluvias», añadió Comas.
Las perforaciones que el Ajuntament está realizando en la zona
de sa Coma no dan, sin embargo, los frutos deseados. «La calidad no
es suficiente como para iniciar una canalización y ahora está en
estudio realizar una perforación en la misma zona para no desechar
el proyecto», dijo el regidorJoan Comas.
Si finalmente se confirma el hallazgo de agua con un caudal
suficiente, lo que se estudia ahora sería el tercer pozo que podría
conectarse en la zona de Son March. Los dos primeros de caudal
insuficiente para justificar por sí mismo la inversión son de 3.000
metros cúbicos el pozo municipal y de 6.000 metros cúbicos un
segundo pozo con opción de alquiler.
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