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Un total de dieciséis jóvenes de las Juventuts d'Esquerra Republicana de Catalunya (JERC) del Pla de Mallorca acamparon ayer en las obras de la autovia Inca-sa Pobla escoltados por catorce guardia civiles.

Los jóvenes se concentraron sobre las cinco de la mañana en Inca para después dirigirse hacia las obras y montar las tiendas de campaña alrededor de las máquinas. La Guardia Civil escoltó a los manifestantes hasta su destino, aunque avisó de que «cuando llegasen los operarios de las obras, nos tendríamos que marchar», según palabras de Jaume Bergas, portavoz de JERC.

Así, cuando llegaron los obreros al lugar «la Guardia Civil se ha dirigido a nosotros con los cascos de antidisturbios puestos y nos ha avisado que si no nos íbamos nos pondrían multas por valor de 1.800 euros y cuatro años de antecedentes», aseguró Jaume Bergas.

Ante esta situación, los dieciséis jóvenes de Esquerra Republicana optaron por deshacer las tiendas de campaña y abandonar el lugar, después de que Jaume Bergas explicara que «nos han comentado que nos han puesto una denuncia en las dependencias de Inca por no haber avisado a Delegación de Gobierno sobre la acampada que hemos hecho».

Con este acto, los jóvenes pretendían paralizar las obras de la autovía «y decir basta a la barbarie especuladora y destructiva que el actual Gobierno de las Illes Balears está llevando a cabo en nuestra tierra», según se podía leer en su manifiesto.

Por otra parte y desde Delegación de Gobierno, no se hizo ninguna declaración sobre si se tomarán medidas con estos jóvenes ni cuáles serán.