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La aprobación del presupuesto general del 2004, que asciende a la cantidad de 38.246.750 euros, fue uno de los asuntos más importantes del pleno municipal ordinario celebrado por el Ajuntament de Llucmajor. Entre las partidas más importantes figuran 13 millones de euros para bienes corrientes y servicios, 12 millones para el personal y 6 millones para inversiones reales. Además, en el capítulo de ingresos, el Ajuntament prevé 11 millones en tasas, 10 millones en impuestos directos y 5 millones en transferencias corrientes. La oposición votó en contra y criticó duramente los presupuestos elaborados por el equipo de gobierno conservador.

Antoni Garcias, portavoz del PSOE, manifestó que «la presentación de presupuesto no cumple con la ley al llevarlo a pleno en fechas tan avanzadas del año». Garcias denunció que las cuentas municipales prevén «unos ingresos excesivos que no van a recaudarse, como ha ocurrido en años anteriores con obras que están presupuestadas y no se hacen». Y añadió: «Gastan; no se recauda y la deuda aumenta». En términos parecidos se expresó Joana Lluisa Mascaró del PSM, indicando que «muchas partidas no se recaudan». Los nacionalistas consideran que el presupuesto consolida el déficit municipal e incrementa la deuda. A su juicio, «hace años que el equipo de gobierno infla las partidos de ingresos; nunca han llegado a conseguir que las previsiones se hagan reales». El PSM cifra la deuda actual del Ajuntament en 17,8 millones de euros.

Por su parte, Cantallops, de UM, comentó que «si las inversiones y gastos no se ajustan a los presupuestos, nos endeudaremos como siempre». La oposición censuró el plan de saneamiento financiero del Ajuntament para reducir deudas. Para Garcias, es «un parche, y mientras se siga con fiestas no se reducirá el déficit». El PSM opinó que «nunca se había gastado tanto» y UM también rechazó el plan. El pleno también aprobó incrementar la dotación fundacional para restaurar el convento.