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LL.G.
La caserna central de la antigua base naval del Port de Sóller es el edificio público más grande del término municipal y hace casi dos años que fue traspasado al Govern balear. Sin embargo, el Ejecutivo no ha dicho todavía a qué lo dedicará, a pesar de su destino vendrá fijado por el Plan de Usos que se empezará a ejecutar el próximo otoño. Ahora, el edificio ha iniciado un rápido camino hacia la degradación ya que permanece abierto y cualquiera puede entrar sin ninguna dificultad. El problema es que en su interior están abandonados los archivos de la estación naval, con datos personales y oficiales, que tal vez podrían ser de gran interés para la investigación, y que están a merced de las ratas y del fuego.

Todos los indicios apuntan a que en el interior de lo que fue durante 60 años cuartel de tropa de marinería y centro de servicios (cocina, cantina, dormitorios, oficinas), ya se han instalado personas sin techo, según ha podido comprobar directamente este diario, ya que algunas del las habitaciones parecen haber sido ocupadas recientemente y hay restos de bebidas alcohólicas, zapatos, cerillas, revistas... y reina un gran desorden.

Pero lo que más llama la atención es que en el interior del edificio hay todavía muchísima documentación, libros y muebles, objetos y otros materiales que podrían haberse conservado para el museo marítimo. Los archivos, así como muchos de los libros utilizados para las actividades de enseñanza, extractos bancarios y documentación del personal que data de 40 ó más años atrás se encuentran esparcidos dentro de las salas sin ningún control. Miles de documentos, tal vez vitales para el conocimiento de la presencia de la Marina de Guerra en el Port de Sóller, están abandonados.