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El alcalde de Inca, Pere Rotger (PP), envió ayer una carta al delegado de Gobierno, Ramon Socias, para que intervenga directamente ante el Ministerio de Interior para desbloquear la construcción de la nueva casa cuartel del municipio de la ciudad, cuyas obras arrastran un retraso de más de diez años. El alcalde se ha decidido a hablar con el delegado de gobierno a raíz de una nueva demora motivada por la modificación que el Ministerio de Interior ha introducido en el proyecto que ya se adjudicó a la empresa Poneco. Ahora, la empresa no quiere iniciar las obras hasta que se le entreguen 600.000 euros más sobre el presupuesto inicial por las modificaciones introducidas en el proyecto original. Rotger se mostró ayer preocupado por la noticia publicada el pasado domingo por Ultima Hora, en la que se explicaba que 40 agentes de la Benemérita de Inca tendrán que trasladarse a Sineu y Binissalem, al no poder soportar el estado ruinoso de las instalaciones que ocupan en el pabellón de General Luque.

En la carta, Rotger explica: «La prometida construcción del nuevo cuartel ha provocado que estas instalaciones no se hayan mejorado, ya que los agentes están teóricamente de forma provisional y en precario. El paso del tiempo y el retraso del proyecto del nuevo cuartel ha provocado una degradación de la situación». De esta manera, el alcalde popular Pere Rotger afirmó ayer que «el Ajuntament no entra ni sale, pero si la empresa no quiere comenzar las obras o bien se ha de alcanzar un acuerdo o el Ministerio tendrá que rescindir el contrato con la empresa, pero no podemos seguir así un año más en espera de un acuerdo».

El proyecto de construcción de la casa cuartel de Inca tiene licencia desde el pasado 21 de febrero, pero se encuentra pendiente de que se cierre un acuerdo entre el Ministerio de Defensa y la constructora, Proneco, que garantice la financiación de la obra, incluidas unas mejoras en el proyecto aprobadas por el Ministerio con posterioridad a la adjudicación. La constructora exige 600.000 euros más para iniciar las obras que tienen un plazo de ejecución de 18 meses. La construcción del nuevo cuartel de la Guardia Civil arrastra una década de retraso. En el mes de agosto del año 2003, se anuncio la adjudicación de las obras por valor de dos millones de euros y se avanzó que éstas comenzarían en septiembre, pero no se cumplió esa fecha. El Ajuntament explicó entonces que el proyecto del Gobierno presentaba numerosas deficiencias que debían subsanarse y una vez modificado el proyecto para solventar dichas deficiencias el coste se dispara en 600.000 euros según las cuentas de la constructora que no iniciará los trabajos sin tener garantizado que cobrará esos gastos extraordinarios.