Mabel Cabrer y Rafel Pons visitaron ayer, entre otras, la estación de Inca. Foto: LL.PLANAS

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CARMEN RUIZ/JOSEP M. SASTRE
La consellera d'Obres Públiques, Mabel Cabrer, y el gerente de Serveis Ferroviaris de Mallorca (SFM), Rafel Pons, que ayer realizaron un recorrido en tren por los apeaderos y estaciones del ferrocarril hasta Manacor para constatar las deficiencias del servicio, justificaron esta medida argumentando que se quieren evitar críticas demagógicas: «No queremos que se nos acuse de desmotivar al usuario ni de no incentivar el uso transporte público». Mabel Cabrer anunció inversiones por valor de 67,4 millones de euros para mejorar la línea. La adquisición de nuevos trenes será una de las actuaciones más relevantes. En la actualidad, SFM dispone de 4 unidades triples (tres vehículos motor-remolque-motor) y 5 unidades dobles (motor-motor). En los próximos meses, entre julio y septiembre, llegarán la unidad doble accidenta de sa Pobla, dos unidades más dobles y dos remolques. No serán suficientes y el Govern ya proyecta la compra de 8 ó 10 trenes más con una inversión de 23.2500.000 euros que permitirán acabar con los retrasos e, incluso, aumentar las frecuencias del tren de Inca y Manacor, reforzar el servicio en horas punta e implantar trenes directos hasta Manacor.

Cabrer expuso que, en estos momentos, todos los trenes están en constante funcionamiento de tal forma que no pasan las dos inspecciones mensuales recomendables. Las unidades tren han de estar 28 horas en el taller cada mes para pasar la revisión, pero ni pasan esta revisión ni la pasarán hasta que lleguen los nuevos trenes en un plazo de 12 a 18 meses. Según la consellera, esto no implica ningún riesgo para los usuarios del tren: «La falta de mantenimiento no supone ningún peligro. Los trenes se pueden averiar en cualquier momento y el servicio deja de funcionar».

No obstante, la titular d'Obres Públiques subrayó que en caso de producirse una «situación insostenible» SFM tiene estudiadas medidas que se podrían poner en marcha en 15 días. Cabrer y Pons también quisieron dejar constancia de la falta de personal y el déficit de infraestructuras adecuadas para mantener todo el material móvil que se prevé adquirir.