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El panorama político en Vilafranca ha cambiado estas elecciones respecto a las anteriores puesto que ahora son cuatro los partidos que se disputaran la Alcaldía, el doble que en los comicios de 1999, cuando sólo se presentaron PSM y PP.

Por un lado, los nacionalistas aspiran a revalidar la mayoría absoluta con siete concejales para así poder ostentar de nuevo la Alcaldía en solitario sin necesidad de pactos. En cambio, el PP, con una lista renovada, se conforma con mantener los cuatro ediles de que dispone actualmente. Los dos nuevos partidos que aparecen en la escena política son el PSOE y UM, que podrían cambiar las cosas y hacer más difícil o incluso romper la mayoría actual.

Esta ha sido una legislatura relativamente tranquila en Vilafranca, sin grandes escándalos, sin mucha oposición y que probablemente será recordada por haber conseguido después de muchos años de reivindicaciones, la variante que desvía el tráfico fuera del casco urbano. El equipo de gobierno se quejó en muchas ocasiones ante los responsables de la variante y se mostró muy disgustado con la demora. De tal manera que no hubo ninguna inauguración y se estrenó, con mucho retraso, el pasado mes de abril.