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Un vecino de Campos Miquel Àngel Pardo denunció ante la Policía Local la muerte de su perro de raza labrador, llamado «Yogui», en la perrera municipal por los mordiscos de otros perros de «razas peligrosas». Al parecer, todo sucedió cuando «Yogui» se escapó y fue capturado por la brigada municipal que lo trasladó a la perrera. Ahora, Pardo denuncia que «ni se molestaron en leerle el chip, yo acudí a la perrera una hora después de su desaparición y 'Yogui' ya estaba muerto; no deberían haberlo puesto con estos perros».

El Ajuntament de Campos ofreció como indemnización al propietario unos 1.200 euros del seguro del Consistorio por la muerte del perro que Pardo rechazó, ya que lo que quiere es que cierren la perrera porque no reune las condiciones exigidas por la ley. El alcalde de Campos, Andreu Prohens, afirmó que se clausuró la perrera tras este suceso y ayer mismo firmó un convenio con el Ajuntament de Palma para trasladar los perros hallados en el término municipal a la perrera de Son Reus.

«A mí me duele lo que le sucedió al perro de este joven pero no puedo hacer nada más», afirma Prohens, quien reconoce que la perrera «no es legal, pero es un recinto que si bien no está mal nos ha dado un buen servicio para guardar los perros abandonados, es lógico que no es un hotel para perros». Ahora, el problema para el propietario de «Yogui» es que siguen llevando perros a la perrera y que anteayer había al menos tres. Pardo hizo un requerimiento notarial según el que el pasado lunes día 13 desde el exterior de la perrera se escuchaban al menos tres ladridos diferentes de perros aunque otra acta notarial del pasado martes en que el Ajuntament le abrió las puertas al notario asegura que ya no hay perros. El alcalde, por su parte, asegura que «ya hace días que no hay perros en el recinto».