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Bajo el lema «Volem fer feina», ayer se manifestaron en Palma, en el Consolat de la Mar, una veintena de empresas perforadoras de pozos de la Isla que exigen que el Govern reboque la instrucción que les impide desarrollar su actividad. Los afectados por la moratoria de la Conselleria de Medi Ambient partieron con sus máquinas perforadoras de sa Pobla sobre las 8 de la mañana y llegaron a Ciutat a las 10 horas.

Las empresas perforadoras de pozos, que generan empleo a un colectivo de unas 500 personas en la Isla, llevan más de año y medio sin trabajar. En noviembre de 2001, al entrar en vigor el Plan Hidrológico de Balears, la Conselleria de Medi Ambient decidió paralizar la concesión de pozos para evitar la sobreexplotación de los acuíferos. Según el plan, sólo en la Serra de Tramuntana y Manacor se puede aprovechar el sobrante de agua, pero en estas zonas apenas se solicitan sondeos de pozos.

«Si no nos dan una solución, no podemos subsistir. No hemos recibido ninguna ayuda y tampoco es fácil reconvertir estas máquinas», indicó Maria Antonia Bennassar, portavoz de los afectados. De momento, de unas 20 empresas de estas características que hay en la Isla ya han cerrado 3 y de continuar así, serán más. Los trabajadores criticaron duramente que el president, Francesc Antich, se haya negado a recibirles a pesar de haberlo solicitado en numerosas ocasiones desde enero de 2002. De hecho, ayer los manifestantes permanecieron en el Consolat de la Mar hasta que se les garantizó por escrito un encuentro hoy con el president, ya que por la mañana no se encontraba en la Isla.