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El regidor de UM de Santa Margalida, Joan Monjo, registró un escrito el pasado 2 de enero en la Conselleria de Turisme del Govern balear pidiendo una justificación del precio que se pagó por el bloque de apartamentos derribado recientemente en Son Serra de Marina con dinero de la ecotasa.

Monjo sospecha que el Ajuntament de Santa Margalida ha podido ocultar información a los responsables del Govern sobre la situación legal de esta promoción, motivo por el que se habría sobrevalorado el bloque de apartamentos. El Govern balear pagó 1.964.320 euros por los apartamentos inacabados de Na Borges. A este dinero hay que sumarle otros 89.900 euros del coste del derribo.

El regidor Joan Monjo pidió explicaciones al equipo de gobierno en el último pleno municipal sobre su intervención en la operación de compra venta. En este sentido, el alcalde Antoni del Olmo (PP) informó de que «yo puse en contacto a los propietarios con el Govern y les acompañé a una reunión a la Conselleria pero no he vuelto a intervenir, a partir de ese momento nuestros técnicos fueron remitiendo directamente al Govern balear toda la información que les pidieron sobre la situación de la finca».

El regidor de UM, JoanMonjo, afirmó: «Sospecho que desde el Ajuntament le han ocultado información importante al Govern, lo que ha provocado que la tasación de los apartamentos no se ajuste a su precio real». En este sentido, Monjo indicó: «No les dijeron que aunque disponían de licencia desde 1987 para construir 41 apartamentos, Costas les paralizó la obra y acordaron con la propiedad una modificación de los edificios que implicaba el derribo de dos de los cuatro bloques construidos, derribo que debía pagar la propiepiedad». Los apartamentos de Na Borges, en situación de abandono desde 1988, fueron dinamitados el pasado domingo 29 de diciembre.

El derribo de los apartamentos turísticos a medio construir era una reivindicación histórica no sólo de los vecinos, sino de los muchos mallorquines que disfrutan durante el verano del paisaje natural de la playa donde se habían levantado. El president del Govern balear, Francesc Antich, y el conseller de Turisme, Celestí Alomar, simularon apretar el botón que hizo volar por los aires los apartamentos, edificados sobre un solar de 3.937 metros cuadrados junto a un área natural de gran valor.