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Como cada año en la madrugada del día de los Santos Inocentes los quintos de Montuïri salieron a la calle amparados para perpetrar sus tradicionales gamberradas. Los quintos convirtieron la plaza del Ajuntament en una granja de animales construyendo un original corral donde dejaron corderos y gallinas.

Además, los quintos llenaron de pintadas la escultura que conmemora el 700 aniversario de la creación del municipio, ubicada en la explanada de la iglesia, donde también subieron un coche.

El alcalde de Montuïri, Gabriel Matas, restó ayer importancia a los hechos porque se trata «de tradiciones establecidas desde hace años». Matas, sin embargo, lamentó las pintadas en la escultura porque «mientras sólo ensucien no pasa nada pero pintar según qué ya molesta un poco».

Ayer, los operarios de la brigada municipal trabajaron desde primeras horas de la mañana para restablecer la normalidad.