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El parque etnológico de Caimari abrió ayer sus puertas al público de forma permanente. Se trata de unas instalaciones de unos 3.000 metros cuadrados situadas junto a la piscina municipal donde los visitantes pueden conocer de cerca el oficio de carbonero. De esta forma quedó inaugurada la quinta edición de la Fira de la Oliva que año tras año va ganando fuerza.

En la inauguración no faltó la presencia del vicepresidente del Govern balear y conseller de Economia, Pere Sampol; la presidenta del Consell Insular Maria Antònia Munar, el conseller de Cultura, Damià Pons. También asistieron buena parte de los alcaldes y regidores de la comarca y las autoridades municipales.

Durante la visita al parque etnológico, el alcalde pedáneo de Caimari, Pere Seguí, explicó a las autoridades el funcionamiento de la sitja que arde desde el pasado martes. Tras la visita al parque la comitiva paseó hasta la nueva tafona de la empresa Oli Caimari.