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El alcalde de Escorca, Antoni Gómez, se personó ayer ante el juzgado de Inca como imputado por un presunto delito de falsear el censo electoral. Josep Vicens, ex regidor del PSM, denunció en 1999 el empadronamiento «irregular» de un centenar de personas en el municipio. Vicens denunció, entre otros, el empadronamiento de 44 personas en la Plaza dels Peregrins s/n (en el Monasterio de Lluc) y de otras 14 personas en la Casa de la Vila además de otras tantas en un porche sin puertas ni ventanas.

El alcalde de Escorca ya había sido citado para declarar como imputado anteriormente, pero no compareció alegando que la citación se le había comunicado incorrectamente. Ayer Antoni Gómez sí se presentó en los juzgados y preguntado sobre los hechos manifestó su deseo de no prestar declaración remitiéndose a la declaración que ya realizó como testigo el 24 de mayo de 2001. El alcalde de Escorca negó entonces que se incrementara el padrón en un número superior a 250 personas con el fin de utilizar el sistema de listas cerradas en las elecciones.