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M. BAUÇÀ/M. VÀZQUEZ Varios empresarios con negocios en el sector hotelero y las excursiones turísticas se convertirá de forma «inminente» en el principal accionista del Ferrocarril de Sóller SA una vez se cierre la operación de compra-venta de acciones iniciada hace unas semanas. Estos empresarios sollerics que por ahora prefieren permanecer en el anonimato hasta que la transacción esté cerrada adquirirán el 10% de las acciones a Joan Puig Rullan (actual presidente de la empresa) y sus familiares más próximos y otro paquete accionarial del 5% a María Deyá, también consejera de la sociedad.

La titularidad del tren está muy atomizada, por lo que con un 15% de las acciones este grupo empresarial pasará a ser el accionista mayoritario de la sociedad. Fuentes próximas a la parte compradora han confirmado a este periódico que la operación está pendiente de unos flecos sin importancia para ser cerrada y anunció que su interés radica en «intentar que el tren vaya bien». «Somos un grupo de gente de Sóller con ganas de trabajar y sacar adelante el tren», agregaron.

Las cifras de la compra-venta de acciones no ha trascendido. Sin embargo, sí se ha admitido que el precio ha sido muy por encima del valor nominal de las acciones de la ampliación de capital. Al vender su participación el actual presidente del ferrocarril, todo apunta a que Joan Puig Rullan renunciará a la presidencia de la sociedad en el próximo consejo de administración, a celebrar el próximo día 31 de octubre. En esta sesión se analizará el cambio de accionariado y el nombramiento de nuevos consejeros.