El retraso se debe a unos cambios en el proyecto y a que la empresa lleva a cabo otras dos actuaciones en Palma y Vilafranca.

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Las últimas previsiones de la Conselleria d'Obres Públiques apuntan que la variante de la carretera de Palma-Cala Rajada, a su paso por Capdepera, se abrirá al tráfico en un período máximo de diez días, después de más de un año de retraso. En estos momentos, la empresa Baseosa SAT, que es la encargada de ejecutar las obras, está llevando a cabo la colocación del aglomerado entre la rotonda de Sant Llorenç y Cala Rajada.

Esta actuación lleva acumulada más de un año de retraso a causa de una serie de modificaciones de proyecto. Además, según fuentes de Obres Públiques, el hecho que la empresa Baseosa SAT también ejecute el desdoblamiento de la carretera de So Ferriol y la ronda de circunvalación de Vilafranca, ha dificultado la ejecución de esta mejora.

La construcción de la variante para desviar el tráfico del casco urbano es una antigua reivindicación de los vecinos. En este sentido, la Asociación de vecinos de Capdepera ve con buenos ojos la apertura de la variante al tráfico, ya que permitirá descongestionar el tráfico del centro. A pesar de ello, el secretario de la entidad, Sebastià Sureda, señala que «ahora queda un importante trabajo de señalización del tráfico en la zona». A lo largo de este año de retraso, los mayores problemas los han padecido los vecinos que viven en la Calle Port y Roses, que han tenido que soportar la intensa circulación de turismos y tráfico pesado que se desplaza hasta Cala Rajada.

En reiteradas ocasiones, los vecinos de la Calle Port han denunciado que «los camiones que pasan por la vía sobrepasan las ocho toneladas, que es el límite permitido». Otro de los problemas es la doble circulación. Al ser estrecha la vía hay colapsos, sobre todo, durante las horas puntas, como las entradas del colegio s'Alzinar Esta actuación, junto con la ronda de circunvalación de Vilafranca y el desdoblamiento de Son Ferriol, están previstas dentro del convenio de carreteras subscrito entre la Administración autonómica y el Gobierno central, que adjudicó estas tres obras a la empresa Baseosa SAT. A mediados de junio, la mayor parte de los efectivos de la empresa estaban trabajando en Son Ferriol y, ahora, buena parte del personal trabaja a destajo en las variantes Vilafranca y Capdepera.