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Domingo pasado, 13 horas. En el restaurante es Centro de Porreres 75 personas esperan comer. Se va la luz y el local se queda con cinco clientes. Misma hora en un bar Can Guillem lleno de vecinos del pueblo y alemanes que esperan ver la final del Mundial. Suena el himno de Alemania y se corta la corriente, el bar se queda vacío. Esta situación se repitió el domingo anterior a la misma hora y el viernes siguiente entre 20'00 horas y las 23'15. A esta hora, sa Fonda y sa Roqueta tienen clientes tomando una copa y Can Guillem el horno lleno de pizzas. Todo echado a perder.

Los comerciantes de la Avenida Bisbe Campins de Porreres están hartos de aguantar estos cortes de corriente y, sobre todo, están preocupados porque «no sabemos cuándo puede suceder de nuevo».

El problema lo conocen todos: un diferencial que «salta». Los propietarios de bares llaman a GESA y «vienen después de dos horas, suben el diferencial y ya está, pero no ponen una solución definitiva». Además, se sienten indefensos porque GESA hace oídos sordos a sus quejas.

Ahora, van a reclamar ante la Direcció General de Consum pero lo que más les preocupa es que por las fiestas de Sant Roc no esté arreglado.