El enfrentamiento dialéctico entre la oposición y el equipo de gobierno fue muy duro.

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TOMEU GARCIES El grupo del PSOE pide que se investigue «si determinados regidores usan en beneficio propio el servicio de la Policía Local para que los vayan a recoger en locales de alterne y hasta les sirven agua en un reservado». Estas duras manifestaciones contra los ediles del equipo de gobierno (PP-CPU) fueron realizadas por el portavoz del grupo socialista, Miquel Cifre, en la recta final del último pleno que se desarrolló en un clima de crispación y enfrentamiento.

Los socialistas no se quedaron aquí y llegaron a reprochar a los ediles gobernantes que «os vais de aventuras y a meteros rayas» con los propietarios de la empresa adjudicataria de la gestión de la escuela de verano.

A este extremo se llegó después que los socialistas increparan repetidamente a al alcalde, Antoni Del Olmo, (PP) reclamándole que explicase quién hay detrás de esta empresa, y él dijese desconocerlo. Los socialistas sospechan que se trata de personas vinculadas al PP.

No quedó aquí el enfrentamiento político ya que Cifre llegó a culpar al equipo de gobierno de «potenciar el consumo y el abuso de drogas con la mala gestión que estáis haciendo en el Ajuntament».

Por su parte, el alcalde Del Olmo aguantó en el pleno el chaparrón de acusaciones y se limitó a pedir al secretario que, de todas las manifestaciones del PSOE, quedara constancia en el acta. Al acabar la sesión Del Olmo aseguró que no tenía nada que ver con la denuncia de un posible aprovechamiento particular de los servicios de la policía y afirmó que «ni tan yo tenía constancia».

El alcalde considera gravísimos los hechos denunciados» y mantiene que «si son ciertos, el policía que los haya hecho públicos ha actuado de una forma totalmente irresponsable».