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El Govern invertirá alrededor de 60.000 euros en rehabilitar los desperfectos causados por el temporal del pasado mes de noviembre en el santuario de Gràcia (Llucmajor). Las fuertes lluvias causaron importantes desprendimientos en la montaña de sa Falconera.

En estos momentos, el acceso al santuario de Gràcia permanece cerrado a causa del peligro de que haya desprendimientos en el acantilado, debajo del que se encuentra el santuario.

Precisamente, ayer el president del Govern, Francesc Antich, y el conseller de Presidencia, Antoni Garcies, se desplazaron hasta la ermita de Sant Honorat, de Algaida, para valorar junto con los alcalde afectados y representantes del Obispado la situación.

El Govern balear y el Obispado, con la ayuda del Ajuntament de Llucmajor, analizarán las actuaciones que se deben llevar a cabo en la zona. En este sentido, el president Antich comentó que «en breve, el Obispado y el Govern elaboremos un convenio para atender esta situación lo antes posible». También está previsto llevar a cabo una serie de obras de prevención en la ermita de Sant Honorat. «Esta mejora consistirá en la reconducción de las aguas pluviales y residuales para evitar posibles inundaciones», afirmó Antich.

En la reunión estuvieron presentes los alcaldes de Llucmajor, Lluc Tomàs, y Algaida, Jaume Jaume, además del vicario episcopal de Asuntos económicos, Joan Servera; el rector de Llucmajor, Jaume Puigserver; el responsable de la ermita, Sebastià Amengual, y el superior Daniel Izaguirre.