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LUIS PLANAS El alcalde de Santa Margalida, Antoni del Olmo (PP), y dos concejales de su partido, Joan Ferragut y Antoni Valiente, han presentado a través del abogado Rafel Parera una querella criminal por difamación contra el adjudicatario de las playas de Can Picafort en 2001, Baltasar Pulpillo.

Éste acusó públicamente la pasada semana al alcalde de haberle utilizado como hombre de paja en la adjudicación para compartirla después con el empresario Bartomeu Gelabert. Pulpillo aseguró, además, que ambos sobornaron con un millón de pesetas a los concejales integrantes de la Comisión de Gobierno para que votasen a favor de su oferta.

Tras negar las acusaciones y reiterar que ni él ni sus regidores «hemos tenido ningún tipo de contacto con Pulpillo», Del Olmo no aclaró ayer quién explotó realmente las playas de Can Picafort durante el año 2001.

«A pesar de algunos indicios, a efectos legales, Pulpillo fue quien realizó la explotación», dijo ayer. Estos indicios no fueron suficientes, según explicó el propio alcalde, para que el Ajuntament comprobara quién se estaba encargando realmente el año pasado de la explotación.

«Mientras el Ajuntament cobre lo establecido y no haya quejas por el servicio, me da igual quién lo haga realmente», dijo. Así, restó importancia a las reiteradas denuncias de la oposición, a los pagos al Ajuntament por la concesión realizados por Bartomeu Gelabert o a la publicación el 20 de julio de 2001 por parte de Ultima Hora de que los cobradores de las playas liquidaban en la sede de una empresa participada al 50% por su esposa.