La polémica ha protagonizado la adjudicación de la explotación de las playas de Can Picafort (en la imagen).

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LUIS PLANAS «El alcalde Antoni del Olmo y el responsable de la empresa Tecplaya, Tomeu Gelabert, me dijeron que ofrecerían un millón de pesetas a los regidores del equipo de gobierno, Antonio Valiente y Juan Ferragut, del PP, y a Félix Estelrich y Joan Canet, de Can Picafort Unit (CPU), para que eligiesen en su momento mi oferta como la ganadora». Así admitió ayer ante los medios de comunicación el adjudicatario ganador del concurso de la explotación de las playas de Can Picafort, Baltasar Pulpillo Salas, que el proceso de adjudicación fue irregular, tal y como en su día ya denunciaron públicamente los grupos municipales de la oposición (UM y PSOE).

«El alcalde Antoni del Olmo y Bartomeu Gelabert me ofrecieron presentarme al concurso a cambio de unos beneficios anuales. En ningún momento tuve intención de dedicarme a la explotación, de la que se ha encargado hasta ahora la empresa Tecplaya», afirma Pulpillo, quien asegura ahora no haber recibido el dinero pactado.

Pulpillo ratificó ayer que la oferta que presentó para la adjudicación de las playas no era la mejor, sino la presentada por Bernat Riutort, acusando al alcalde y a Gelabert de un presunto caso de soborno.

Pulpillo afirmó, sin embargo, «tener conocimiento de que los regidores de Can Picafort Unit devolvieron finalmente el dinero porque en la Comisión de Gobierno votaron a favor de la oferta de Bernat Riutort, aunque con los votos de los del PP ya estaba asegurada la adjudicación a mi favor».

La Comisión de Gobierno del Ajuntament de Santa Margalida adjudicó día 27 de abril de 2001 la explotación de las playas de Can Picafort a Baltasar Pulpillo Salas por un precio de 96.602.938 pesetas.