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Los portavoces de los sindicatos UGT y CC OO en la empresa Ferrocarril de Sóller SA, Martí Ferrer y Antoni Cifre, respectivamente, explicaron ayer que la situación del tren «es muy complicada» toda vez que las negociaciones entre la plantilla y la dirección de la empresa «están en punto muerto». En consecuencia, la huelga anunciada para los próximos días 11 y 13 de junio sigue vigente.

Asimismo, la acampada de protesta iniciada anteanoche en la Plaza España también seguirá levantada hasta el próximo sábado. Los trabajadores ya han recogido 2.000 firmas de apoyo a sus reivindicaciones, que pasan por exigir el mantenimiento de los servicios actuales (la empresa ha solicitado al Govern que autorice la supresión del primer tren de la mañana) y la readmisión de los empleados despedidos, «que en estos momentos ya son cinco».

El alcalde, Ramon Socías, y el concejal de Interior, Jaume Colom, pidieron ayer sensatez a la empresa ferroviaria y se solidarizaron con los trabajadores.

La empresa argumenta que la actual situación de inestabilidad se debe a las pérdidas económicas de los últimos meses.