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TOMEU GARCIES Las fiestas de Sant Antoni, símbolo por excelencia del espíritu pobler, pasarán a tener un reconocimiento permanente como un patrimonio cultural de gran valor. Este es el objetivo que se marca el Ajuntament de sa Pobla con la creación de un museo dedicado a la fiesta santantoniana. El lugar escogido para ubicar el nuevo espacio museístico es la antigua estación del tren. Este edificio fue rehabilitado durante la pasada legislatura por el Govern, aunque es de uso municipal y no se utiliza de forma habitual.

La idea de crear un museo parte de la gran cantidad de elementos relacionados con las fiestas que se han acumulado en los últimos años. Este sería el caso de los cabezudos, los pequeños cabezudos, el grif o los dimonis. Estas piezas solo salen a la calle un par de días y el resto del año permanecen cerradas bajo llave en un almacén. El culto a las fiestas de Sant Antoni reúne también un amplio catálogo de fotografías y documentos antiguos sobre las fiestas, glosas tradicionales e incluso grabaciones de la canción poblera.

También se han de tener en cuenta las piezas relacionadas con la parte eclesiástica. El futuro museo reunirá la mayor parte de estos elementos seleccionados previamente y colocados con una finalidad didáctica. El museo incluirá una parte interactiva cuyas características aún no han sido definidas. En estos momentos, un equipo de técnicos especializados están diseñando cómo será el futuro museo y se prevé que presenten en breve una propuesta al Ajuntament que trata de que la cultura sea un foco de atracción turística para el pueblo.