Tras una valla, algunos vecinos afirmaron: «No queremos un muro de Berlín». Foto: TOMEU OBRADOR

TW
0
TOMEU OBRADOR Los vecinos de Petra que integran la plataforma Tren per Defora protagonizaron ayer por la mañana un nuevo acto reivindicativo. Tras manifestarse el viernes ante el Consolat de la Mar, el objetivo marcado el día después consistía en simular la división de la localidad de es Pla y los múltiples inconvenientes que, en su opinión, supondría la recuperación del antiguo trazado ferroviario. Esta simulación se activó a las doce y se dio por finalizada una hora y media más tarde. Los partidarios del desvío (más de 300 personas) instalaron vallas y carteles en las calles Manacor, Font, Forà, Monterrey, carretera de Son Serra y Camí de Son Fogó, vías afectadas por el antiguo recorrido del tren.

La intención principal era la de concienciar a la ciudadanía de los efectos que significaría dicha rehabilitación. «División del pueblo, provocación de graves peligros, sobre todo para niños y niñas y mayores, la degradación de la zona y pérdidas económicas muy elevadas a empresas y comercios», son las consecuencias que la plataforma rechaza frontalmente. Uno de los portavoces detalló que se han contabilizado unas 39 empresas que se verían muy perjudicadas con el paso del tren por el interior de Petra. Por todo ello, los manifestantes han anunciado que seguirán reivindicando su posicionamiento, el mismo que el Ajuntament. «De ser necesario, nos ataremos todos a las vías en señal de oposición a este paso», aseguran.

Incluso ya se ha creado un fondo económico en el que, en un principio, cada ciudadano aporta cien euros. En la entrevista del viernes con Antich, se acordó la creación de una comisión de trabajo integrada por Ajuntament, Govern, Consell y las dos plataformas (pro desvío y en favor del antiguo trazado), para evaluar todas las posturas y consensuar la mejor opción. Sin embargo, Antich anunció que la línea de enlace Inca-Manacor se inaugurará en la próxima primavera, por lo que el caso de Petra debe resolverse con la mayor celeridad.

El despliegue de carteles y vallas, dificultando por espacio de hora y media el tránsito en varias calles, no fue del agrado de algunos conductores, que se quejaron enérgicamente a los integrantes de la plataforma. Efectivos de la Guardia Civil también intervinieron, dirigiéndose a los organizadores y al alcalde, aceptando finalmente la reivindicación. Decenas de ciclistas también se mostraron un tanto desorientados. Sólo cabe lamentar un incidente, protagonizado por un vecino de la localidad, que conduciendo primero un tractor (en las inmediaciones del restaurante Stop) y más tarde un camión (cerca de las Escoles Velles), arrancó algunos carteles y casi se llevó consigo a un niño y a un hombre mayor. También hubo algunas advertencias y amenazas, sin llegar a las manos.