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J.M.S. El autor de moda en ses Salines, Arnau Ramis, habló ayer para este periódico acerca del éxito de su novela «Ajuntament, Bon Dia» y sobre todo acerca de los acontecimientos y personajes de la novela: «Es una historia de ficción, pero en una novela la ficción y la realidad no son dos cosas separadas. Se hace a partir de vivencias o cosas que te cuenta la gente». Ramis, como otros funcionarios, abandonó su plaza en el Ajuntament de ses Salines: «Si te vas de un lugar de trabajo es porque no estás a gusto y en un trabajo pasas demasiadas horas como para aguantarte».

Al ser preguntado acerca de si su novela ha sido una manera de arreglar cuentas pendientes, afirma: «La intención es tratar un tema que afecta a más gente de la que pensaba, el mobbing (término con el que se conocen las presiones, abusos de poder, malos tratos psicológicos, etc, en el trabajo que acarrean pérdida de autoestima y depresiones en el trabajador)». «Yo he hecho una novela. No son mis memorias y quiero que se sepa que este fenómeno existe». Arnau Ramis explica que también existe una parte de él que «quería hacerlo (escribir la novela) y otra que no sabía por qué lo hacía».

Su opinión acerca de los políticos es que «hay de todo tipo y gustos. Son el reflejo de la sociedad: si hay políticos corruptos es porque también una parte de la sociedad lo es». La aceptación entre el público y las ventas le han sorprendido: «No me lo esperaba, lo que más me preocupaba es que el libro no se vendiera y que fuese un fracaso, pero la vida nos da sorpresas a cada paso». A sus lectores de ses Salines, Ramis les dice: «Espero que les guste y que les invite a reflexionar un poco, pero no sólo a los vecinos de ses Salines, sino a los de otros pueblos».

En referencia a la situación que se está viviendo en ses Salines donde, por poner un ejemplo, hay quien va a comprar el libro y le dice a la dependienta que no diga que lo ha comprado, Ramis tiene su explicación: «Entiendo que la gente a lo mejor tenga un poco de miedo, me pongo en su lugar, pero no debería ser así. En un estado democrático todo el mundo debe expresarse libremente». Sobre su futuro literario y su éxito en el sur de Mallorca, Ramis es rotundo: «No habrá segunda parte porque nunca me han gustado ni en los libros ni en el cine. Además, el final de la novela no deja posibilidad alguna de escribirla».