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Axell Ball, administrador de uno de los chalets ilegales de Llucalcari, anuncio ayer que los propietarios de las viviendas afectadas por la orden del derribo del Tribunal Superior de Justicia están dispuestos a denunciar decenas de construcciones de la Serra que han cometido la misma ilegalidad que ellos. Ball, que representa a una sociedad española que gestiona uno de los chalets, indicó que en la Serra hay numerosas viviendas que han infringido la ley de patrimonio español, de 1985, y se han construido después de que la sierra se declarara Bien de Interés Cultural (BIC), «pero el GOB decidió denunciar sólo a cuatro». «Lo que ha ocurrido es absurdo porque los propietarios tenían sus licencias para construir.

Ahora, después de 15 años, tenemos que demoler por una equivocación de la Administración», aseguró indignado Axell Ball, quien añadió que el Consistorio redactó un Plan Especial de Protección del municipio para legalizar las obras. El administrador de uno de los chalets asegura que, en este caso, los propietarios «son las víctimas y la única solución que queda es denunciar por los menos 100 casos similares al nuestro».

«El GOB eligió estos cuatro chalets, pero ni tan siquiera son los más bonitos de la zona». Es injusto y crea una gran inseguridad entre los propietarios de la zona». Esta semana un auto del TSJB ordena la demolición en el plazo de un mes de los cuatro chalets ilegales construidos en los años 80. En 1985 se produce la parcelación de Can Simó y entre 1986 y 1987, el Ajuntament de Deià otorgó la licencia para construir los cuatro chalets. El GOB presentó todo tipo de recursos en 1990.