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M. E. NADAL El Ajuntament d'Inca aprobó ayer en pleno la modificación de la ordenanza de limpieza, que incrementa las sanciones hasta poder llegar a 75.000 pesetas para los ciudadanos que «no respeten la ordenanza», según aseguró el alcalde de la localidad, Pere Rotger. Las infracciones se clasifican en leves, graves y muy graves y serán sancionadas según, su importancia, entre 5.000 y 16.600 pesetas las leves, entre 16.800 y 49.000 las graves, y de 50.000 a 75.000 pesetas las muy graves. Si se reincide en una sanción de leve o grave, el Ajuntament impondrá la sanción máxima respectiva al nivel que le corresponda a los ciudadanos que infrinjan la ordenanza.

Por otra parte, miembros de la oposición pusieron en duda la efectividad del proyecto y denunciaron que se imponían pocas multas por el gran número de infracciones que se repetían, a lo que un portavoz del equipo de gobierno respondió que no, y que esta vez no será tan flexible con los ciudadanos.

Para dar a conocer esta nueva ordenanza se hará una campaña informativa con el horario en que se puede hacer efectivo el depósito de basuras y dónde se encontrará un teléfono para que se avise de la recogida de los residuos voluminosos.