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El juez ha archivado la denuncia que el grupo municipal de UM de Santa Margalida presentó hace unos meses contra el alcalde Anntoni del Olmo por un presunto delito de daños y tentativa de asesinato. Jaume Ribot (UM) acusó al alcalde de ordenar que prendieran fuego a su coche y que pegaran dos tiros al regidor Joan Monjo (UM). Ribot, aseguraba poseer una cinta grabada en 1999 en la que el policía Pedro Pons, el alcalde Del Olmo y el empresario Miquel Perelló hablaban de llevar a cabo ambos delitos. El principal testigo de la investigación, el policía Pedro Pons, negó sin embargo ante el juez el contenido de la cinta, declarando que «sólo sé que el coche se incendió y se decía que le habían prendido fuego».

Durante su declaración ante el juez, el policía explicó que «los señores Ribot y Monjo (regidores de UM) tenían intención de realizar una moción de censura contra el alcalde del Olmo, uniéndose UM y PSOE, y tenían que conseguir un tránsfuga. Su estrategia se centraba en conseguir que Antoni Valiente (PP) o Juan Ferragut (PP) apoyaran la moción de censura, por lo que iniciaron una campaña de denuncias contra Del Olmo para desacreditarlo, especialmente por motivos urbanísticos».

Las afirmaciones de Pedro Pons van todavía más allá e indica: «Los señores Monjo y Ribot se reunían conmigo casi cada día y en uno de esos encuentros el señor Ribot me devolvió la grabadora que le había prestado y dijo que no le había ido bien porque quería grabar a un importante empresario que había sobornado (con cinco millones de pesetas) a un concejal de Santa Margalida, que el empresario era Siquier que lleva temas de asfalto y el concejal era Juan Ferragut». El policía en la declaración hecha ante el juez señala que «Monjo y Ribot querían conseguir que Juan Ferragut, por el asunto de los cinco millones, apoyara la moción de censura».

El alcalde Antoni del Olmo, explicó ayer a Ultima Hora que «ya conocía de forma oficiosa, desde enero del 2000, la versión de los hechos que ha dado el policía ante el juez, pero como nadie dijo nada de una moción y no me acusaron de nada lo dejé correr, hasta que Ribot me relacionó en el pleno con la quema de su coche».

El 21 de septiembre del año 2000, el regidor de UM en el Ajuntament de Santa Margalida, Jaume Ribot, acusó en pleno al alcalde, Antoni del Olmo, de haber ordenado, en 1997, que un policía municipal prendiera fuego a su coche. El regidor de UM increpó al batle asegurando que el mencionado funcionario había cobrado 50.000 pesetas de manos de su suegro por éste y otros favores. A este dinero, se sumaron después más aportaciones del propio bolsillo del alcalde, siempre según la versión de Ribot. En el contenido de la cinta que Ribot mostró en el pleno, se aprecia la voz de dos personas, una de las que presuntamente era el alcalde.