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La tasación de la casa de la regidora de Bienestar Social, Magdalena Cantarellas (PP), cuya compra interesa al Patronato de la residencia Miquel Mir por tratarse de la única propiedad privada que resta en la manzana que ocupa la residencia, ha sido valorada en 50 millones de pesetas por técnicos externos al Ajuntament. La semana próxima, los técnicos municipales también tasarán este edificio.

«El proyecto de reforma de la parte antigua de la residencia Miquel Mir, que se ejecutará en cuanto inauguremos la ampliación, ya incluye la casa Cantarellas», manifestó el alcalde Pere Rotger, quien señaló que «no se trata de beneficiar a la regidora pero tampoco de perjudicarla. Por tanto, compararemos las propuestas sobre la tasación realizadas por sus técnicos y por los nuestros y trataremos de llegar a un acuerdo».

El responsable de Urbanismo, Bartomeu Seguí, señaló que «nuestra intención es llegar a un acuerdo, ya que proceder a la expropiación seguro que al final nos saldría más caro que acordar el precio de compra».

En la anterior legislatura, el Consistorio ya trató de adquirir el inmueble, pero no llegó a un acuerdo sobre el precio de compra. Mientras la tasación de Cantarellas (por aquel entonces, no regidora) rondaba los 40 millones de pesetas, desde el Ajuntament d'Inca se fijó en 18 millones el precio de expropiación.