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Los Padres Dominicos, que desde hace 98 años han estado presentes en el Convent de Sant Vicenç Ferrer de Manacor, dejarán de ofrecer sus servicios a la ciudad por diferentes motivos que expresaron ayer en un multitudinario acto de despedida.

El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, quiso remarcar el dolor que suponía esta decisión tanto a los miembros de la diócesis como a la orden dominicana, ya que eran muchos años de servicio a la comunidad manacorina.

Teodoro Úbeda comentó también que si se había tomado esta delicada decisión era por motivos tan patentes como «la falta de vocación, los cambios que estos últimos años han vivido tanto la iglesia como la sociedad y la exigencia que tienen los dominicos de situarse en los orígenes de la creación de la orden, como son la doctrina, formación universitaria y el mundo de la cultura».

El obispo explicó que desde este momento la parroquia del Convent quedará bajo la tutela del rector de la parroquia dels Dolors de Manacor y que la iglesia de Sant Pau, también servida por los dominicos, pasará a ser regida por un prevere diocesano. De todas formas, el obispo anunció que los padres dominicos acudirán a Manacor en momentos puntuales y necesarios.