Los padres de Caty descubrieron la placa de la calle que lleva su nombre. Foto: M. COMÍN

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Dos años y medio después de su muerte, en noviembre de 1998, el pueblo de Santa María del Camí salió ayer a la calle para celebrar un emotivo homenaje a Caty Salom Parets, la «valiente y luchadora» enferma de esclerosis lateral amiotrófica que fundó y presidió, durante los cuatro últimos años de su vida, la asociación balear de esta grave enfermedad neromuscular (ADELA).

Numerosas autoridades locales, presididas por el alcalde de Santa Maria y conseller, Mateu Morro, y el diputado nacionalista, Emili Buele, se concentraron a las siete de la tarde ante el Ajuntament y, precedidas por la música de la banda del pueblo, se dirigieron a la que fue la casa de Caty Salom, donde recogieron a sus familiares.

Desde allí, los padres de Caty y familiares más directos encabezaron, tras la banda de música, la comitiva que, seguida por numerosos vecinos y amigos de la fallecida, se dirigió andando hasta la calle que a partir de ayer lleva el nombre de Caty Salom i Parets, ubicada en el último tramo de la actualmente conocida como calle de ses Quarterades, junto a la plaza Nova.

Los padres de la fallecida no pudieron evitar las lágrimas cuando, tras destapar la placa, un cariñoso aplauso de las personas allí concentradas reconoció la valiente tarea llevada a cabo por esta «luchadora y valiente enferma de esclerosis lateral amiotrófica que se enfrentó con una fuerza arrolladora a la grave patología neuromuscular que padecía».