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J. F. M. El alcalde de Sóller, Joan Arbona, fue citado ayer a declarar como imputado como presunto autor de un delito de desobediencia, por no acatar una decisión de un juez que le ordenaba cerrar el almacén de la empresa Suliar, dedicada a la venta de materiales de construcción. Joan Arbona prestó declaración ante una funcionaria del juzgado de instrucción número 8 de Palma, que tramita la denuncia que presentó el juzgado de lo contencioso número 2.

Arbona, asistido por el abogado del Ajuntament de Sóller, y por el letrado Eduardo Valdivia, explicó que este almacén se cerró por la denuncia de los vecinos. Al recurrirse la orden judicial, él aplazó la decisión. Arbona afirma que él no recibió ninguna notificación que le ordenaba cerrar la empresa y que cuando recibió la orden, según él, acató la decisión y decretó el cierre.