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PATRICIA FUSTER La comisión de cofradías de Pollença se reunirá a principios de marzo para decidir si modifica los estatutos que impidieron a la alcaldesa de Pollença, Francisca Ramón, presidir la procesión del Viernes Santo el año pasado.

El impedimento generó hace un año una enorme polémica en el municipio. Las mujeres pollencines se rebelaron contra unos estatutos, los de las Capes, que limitan la participación femenina en las celebraciones de Semana Santa.

Según el presidente de la comisión de cofradías de Pollença, Sebastià Comes, «el tema está sobre la mesa pendiente de ser discutido con todos los miembros de la comisión en una próxima reunión». Esta reunión tendrá lugar con toda probabilidad a comienzos de marzo y, por tanto, la decisión definitiva se hará pública a mitad de mes.

«La cuestión a debatir es muy sencilla -apunta Comas- se ha de decidir si se modifican los estatutos para permitir la participación plena de las mujeres dentro de la cofradía de las Capes o si se ha de crear una figura específica para que una mujer pueda presidir el Davallament sin llevar capa».

En el caso de aprobar la participación plena de las mujeres, Sebastià Comes entiende que «se perdería una tradición que ya viene de antiguo», si bien el presidente de la comisión de cofrades apunta que «también hemos de saber adaptarnos a los nuevos tiempos».