Las obras que se realizaban en el camping Sun Club de Muro no iban
destinadas a aumentar el número de bungalós. «Lo que hacíamos era
cambiar los cerca de 70 bungalós viejos y que no se adecuaban a las
normas de Turisme por otros nuevos», aseguró el consejero delegado
de la empresa, Simó Escales.
Según representantes de Algebeli SA, la instalación de los
nuevos bungalós no suponía obra alguna puesto que «al tratarse de
módulos prefabricados y movibles, lo único que se hacía era
montarlos». Además, dicen, «los nuevos bungalós se estaban
instalando en el mismo lugar donde se ubicaban los viejos, por lo
que ni cambiaban el impacto visual del camping ni suponían la
creación de más plazas turísticas».
Respecto a las protestas de los caravanistas, los representantes
de la empresa manifiestan que «se ha intentado evitar la polémica.
También nos sería más cómodo que no se tuvieran que ir y poderles
seguir cobrando. No obstante, existe una orden de cierre dictada
por Turisme y la necesidad de realizar en el lugar una serie de
mejoras imposibles de realizar con ellos aquí».
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