El sacrificio de ganado en el matadero de Manacor, sobre todo ovino y bovino, ha descendido de forma importante durante el año pasado.

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La psicosis generada entre los consumidores por el mal de las «vacas locas» y la epidemia de la «lengua azul» en las ovejas que provocó a finales del pasado año la muerte de un elevado porcentaje de ganado ovino en algunas granjas del Llevant y Migjorn de Mallorca, se ha traducido en una reducción del volumen de actividad en el matadero comarcal de Manacor.

Las cifras son sintomáticas. Durante 1999, el matadero generó 2.119.084 kilogramos de carne bovina, porcina y ovina, mientras que en el 2000 únicamente fueron 1.845.210 kilogramos de carne de estas tres clases.

Según estas cifras, en tan sólo un año de diferencia, el volumen de carne procedente del sacrificio de los animales en el matadero comarcal, ha experimentado una reducción de 273.874 kilogramos de carne de vacuno, ovino y porcino. Este descenso de la actividad de sacrificio representa un 20 por ciento menos de la carne obtenida el año 2000 frente a 1999.

Dentro de este descenso en el volumen de carne destinada al consumo humano que genera Manacor, el número de bovinos seguido del de ovinos es el más afectado por la crisis ganadera que está viviendo Mallorca. La carne del sector porcino, aunque también ha descendido, no ha sufrido un bajón tan espectacular.

Si durante el año 2000 en el matadero comarcal se sacrificaron 1.118 terneros y 45.000 ovejas; por contra, en el año 1999 se mataron 1.230 terneros y alrededor de 50.000 ovejas.