En medio de una gran expectación y emoción, ayer tuvo lugar en
Fornalutx el relevo de Alcaldía en una sesión plenaria
extraordinaria. El socialista Andreu Barceló cedió la vara de
Alcaldía al nacionalista Salvador Sastre, según el pacto
postelectoral suscrito entre PSOE, PSM y EU-Els Verds y que
desplazó al Partido Popular a la oposición.
Socialistas y nacionalistas arroparon al alcalde saliente y
entrante. El pleno comenzó al mediodía con la asistencia del
vicepresidente del Govern balear, Pere Sampol; el director general
de Funció Pública, Jaume Colom; el senador Ramon Socias; la
secretaria general del PSOE-Mallorca, Francina Armengol; la
socialista Mercé Amer; el nacionalista Josep Fiol, así como los
alcaldes de Sóller y Alaró, Joan Arbona y Josep Gomila,
respectivamente, entre otros.
Onofre Bisbal, de EU-Els Verds, alcalde en funciones durante
esta semana, presidió la sesión plenaria. Andreu Barceló, que ha
permanecido en el cargo 18 meses, se despidió con un breve
discurso, afirmando: «He hecho las cosas lo mejor que he sabido y
podido; si he agraviado a alguien ha sido para hacer las cosas
mejor». Barceló indicó que el nuevo alcalde tiene su apoyo.
Por su parte, Salvador Sastre, que se emocionó al recibir la
vara de Alcaldía, se dirigió a los ciudadanos manifestando que
entra con gran ilusión y prometiendo seguir trabajando por llevar a
cabo todos los proyectos tratados por el pacto de gobierno. La vara
debía ser entregada por el Onofre Bisbal, alcalde en funciones,
pero éste prefirió ceder ese honor al alcalde saliente por la
amistad que le une con Sastre, quien prometió el cargo. Como
anécdota, señalar que el secretario se olvidó de la Constitución
para realizar el cambio de alcalde.
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