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C. MESTRE/ J.M. SASTRE Los vecinos del barrio del Convent dels Pares de Artà han expresado su malestar por el ruido, la suciedad y los destrozos que desde hace bastante tiempo provocan una serie de jóvenes que, por las tardes, se reúnen en la escalinata del templo. Uno de los vecinos explica que en la escalinata y alrededores del convento «cada mañana se pueden ver todo tipo de residuos, desde latas de refrescos hasta preservativos, es una vergüenza».

Además de la suciedad, lo que también les molesta es el ruido. «Suelen tener un coche con las puertas abiertas y con la música muy alta, la plaza parece un bar. El otro día se atrevieron a descender la escalinata con un coche, hasta ahora sólo lo habían hecho con las motos», añade el vecino. El malestar de los vecinos llega hasta tal extremo que incluso los frailes que viven en el convento han denunciado que «estos jóvenes desconocidos vienen por las tardes y, aunque no nos han hecho nada a nosotros, perjudican la zona y a los vecinos a causa del ruido, el desorden y los destrozos que hacen en el mobiliario urbano y en las fachadas de los edificios».

Los frailes explican además que los jóvenes «han mostrado una cierta descortesía hacia la gente mayor que pasa por la zona y una falta de respeto hacia todos los vecinos». «Es una lástima que por culpa de la influencia indirecta de la imagen que dan estos muchachos, haya otros que puedan aprender este comportamiento y lleguen a actuar como ellos. Para evitar esto, en el Colegio hemos organizado un club de esplai para que los niños puedan dar un sentido a su tiempo libre», comentó el fraile.

Ante esta situación, el delegado de Interior del Ajuntament de Artà, Josep Silva (PSOE), explicó que hemos hecho un seguimiento del problema pero es muy difícil de controlar. Preferimos no presionar a estos muchachos con acciones policiales, es mejor que la educadora social intente solucionar este problema».