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C. MESTRE/ J.M. SASTRE La demolición de la parte ilegal de la plaza de Abastos, más conocida como la plaza de ses Verdures, ha provocado que la clientela del mercado haya descendido, según comentaron algunos placers. Los vendedores del mercado han criticado, además, que el Ajuntament haya decidido realizar la peatonalización de la plaza Rector Rubí, ubicada junto al mercado, mientras se realizaban las obras de derribo en la plaza de Abastos.

Los afectados manifestaron que «el hecho de que la plaza haya quedado en medio de dos grandes obras ha provocado que los clientes no puedan llegar hasta la plaza con sus vehículos y, además, no es muy agradable venir a comprar si hay obras por todos lados». «Lo que tendrían que haber hecho era empezar unas obras y esperar que concluyeran para comenzar las otras, y no como lo han hecho porque de esta manera ha habido días de verdadero caos», explicaba un vendedor indignado.

Las obras han motivado que las plazas de aparcamiento de la zona hayan disminuido y, según los vendedores, «ha causado un descenso en las ventas, ha pasado lo mismo que sucedió con los comercios del centro del casco urbano cuando éste fue peatonizado, la gente prefiere acudir a lugares más cómodos donde encuentran lugar para dejar sus vehículos, explicó un vendedor.

Las obras de demolición de la parte ilegal han afectado a los vendedores en la medida que muchos de ellos se han tenido que trasladar a la parte superior del mercado y, con ello, se han visto obligados a compartir puntos de venta y el espacio ha quedado muy reducido en comparación con el que tenían antes. Hace unos meses que comenzaron a derribar la zona ilegal inferior de la polémica plaza. Las obras ya han concluido y los vendedores han recuperado ya sus espacios de venta. Cuando finalice la Navidad, las obras de demolición continuarán por la parte superior.