Imagen de la terraza de una zona turística.

TW
0

La ordenanza que ahora entra en vigor fue aprobada inicialmente en marzo de 1999 pero no ha sido hasta noviembre de 2000, casi dos años después, cuando comenzará su aplicación. Esta normativa pretende uniformizar la estética de las terrazas privadas de uso público en las zonas turísticas de Calvià y poner a la altura de las inversiones realizadas (paseos marítimos y áreas peatonales) la imagen de los comercios y de los establecimientos de oferta complementaria, especialmente los bares y restaurantes.

La ordenanza aprobada por el pleno establece las medidas de mejora «del medio ambiente urbano apreciable desde la vía pública con el objetivo de lograr una imagen estética en armonía con el entorno». Este reglamento permite actuar sobre el exterior de los locales comerciales y de la oferta turística complementaria en lo que concierne a las calidades y tipologías de las mesas, sillas, expositores, toldos y demás elementos habituales en las terrazas de uso público.

Por norma, no se permitirá instalar máquinas expendedoras en las terrazas, excepto en casos muy especiales. El Ajuntament, una vez aprobada la ordenanza, ha dado un plazo de un año a los establecimientos para que se adapten a la ordenanza, que contempla incoar expedientes por faltas leves, graves o muy graves que implicarán sanciones económicas que oscilan entre las 20.000 pesetas y los cinco millones de la multa más grave.

El concejal de Turismo, Antoni Garcia Moles, ha señalado que «el sector del comercio es muy importante en Calvià» y ahora los empresarios «deben hacer un esfuerzo por modernizar sus locales, como ya ha hecho la Administración con los espacios públicos». Durante la exposición pública de esta ordenanza sólo se presentó una alegación, que ha sido admitida, consistente en crear una comisión de seguimiento en la que participen los comerciantes, que vele por el correcto cumplimiento de la normativa.