Los ponentes, Fraga, Barriuso, Barceló y Salazar, junto al moderador, Bartomeu Gili, durante el debate. Fotos: CATALINA MESTRE

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CATALINA MESTRE El endurecimiento de las penas que aplica el actual Código Penal no es la mejor solución para el problema de las drogas en el Estado español. Ésta es la conclusión expresada por los juristas Pedro Barceló, juez decano de Palma y miembro de Jueces para Democracia, y Adrián Salazar, presidente de la Unión de Fiscales Progresistas, en las jornadas sobre drogodependencia que este fin de semana se celebran en Artà. Con ellos están de acuerdo también Martín Barriuso, presidente de Kalamundia, asociación vasca a favor de la legalización de las drogas, y Gaspar Fraga, director de la revista «Cáñamo», publicación que aboga por la legalización sin tapujos.

El actual Código Penal no penaliza ni el consumo propio ni el colectivo entre un grupo de amigos. La dificultad radica en «determinar a partir de qué cantidad se considera que es tráfico de drogas y hasta qué otra es para consumo propio, ya que en el Código Penal no se especifica cantidad alguna, entonces hay que tener en cuenta otras circunstancias a la hora de juzgar», explicó el decano de los jueces de Palma, Pedro Barceló.

La intervención de Martín Barriuso fue la más radical, pero también la más aplaudida por el público asistente, en su mayor parte integrado por jóvenes. Según dijo Barriuso, no se puede seguir esperando a que alguien haga algo: «El inmovilismo que hay frente a la Ley y frente al problema es brutal, además hay que tener en cuenta que no todo aquél que consume es toxicómano y que no es la droga la que margina a la gente sino su persecución. Tenemos que luchar para lograr la impunidad y para ello se pueden hacer muchas cosas, más de las que uno puede llegar a imaginar».