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Las más de mil personas que ayer querían disfrutar del tradicional correbou de Fornalutx vivieron en primera persona una profunda desilusión cuando la res que iba a protagonizar la fiesta anticipó su sufrimiento en forma de suicidio. Cuando se procedía a sacar del cajón al astado, el buey, de casi 400 kilos, muy inquieto, clavó un cuerno en la ranura de la caja del camión que le había transportado desde Palma y al girar con un movimiento brusco se desnucó. Un veterinario solleric certificó la muerte accidental.

Los asistentes no podían dar crédito al suceso. Muchos estaban en Fornalutx desde el día anterior y habían trasnochado enlazando copas. El alcalde, Andreu Barceló, expresó su preocupación ante este incidente y dijo que se realizarán las gestiones oportunas para repetir la fiesta «lo antes posible». En principio se comentó la posibilidad de celebrar mañana el correbou, pero finalmente parece que la convocatoria será para dentro de dos semanas.